A ti me dirijo para decirte y explicarte quién eres… Si, desgraciadamente todavía hay personas a las que es necesario explicar algo tan evidente… y lo primero es que sepas que NO eres quien crees ser…
NO ERES…
- No eres infalible, ni todopoderoso ni rey al que se debe pleitesía.
- No eres tan bueno ni tan guapo ni tan interesante.
- No eres extraordinario ni especial.
- No eres el amo del universo…
SÍ ERES…
- Eres débil de carácter, y falto de personalidad.
- Eres muy pobres en autoestima.
- Eres simple de pensamiento y de intelecto… y me dan igual todas las carreras que tengas…
- Eres egocéntrico y egoísta… rencoroso…
- Sólo eres experto en el arte de la manipulación…
Y además vives en un delirio generado por tu propia pobreza, más bien diría miseria moral, que te hace pensar y estar convencido que puedes adueñarte, utilizar y abusar de cualquier persona que te «sirva» (si, he dicho bien… SIRVA) para la satisfacción de tus propios intereses sean cualquiera que sean y de la naturaleza que sean. Utilizas cualquier estrategia, sea cual sea, para alcanzar tu objetivo.
Utilizas a las personas, a todas cuanto te sirvan, como si fueran objetos y cosas, como si fueran simples medios para alcanzar tus objetivos (objetivo diría yo, puesto que sólo sabes fijarte uno, TENER PODER) utilizando todos los métodos existentes (que has perfeccionado muy bien) que van desde la manipulación a la utilización de la fuerza física hasta donde haga falta y sea necesario para conseguirlo. Muy valiente… sí, muy fuerte… si señor.
Pero ¿sabes una cosa? das pena… asco y pena y también miedo…
Y eres tan pobre, carente y miserable que te conformas con generar en otras personas sentimientos tan tristes y tan lamentables que, como podrías comprobar si no fueses quienes eres, nadie en su sano juicio se complacería en encontrar tal sentir de los demás hacia uno mismo… Hay que respetarse muy poco y quererse nada como para pensar que todo el poder del mundo pueda compensarlo.
Existe una manera infalible de reconocerte…
Al principio eres demasiado perfecto, bondadoso, humilde y comprensivo, seductor, parece que no tienes defectos y no pareces de este mundo… eso sí, has sido perseguido por la mala suerte y te has encontrado con lo peor del mundo. Has sido víctima de todos los horrores que puedas imaginar o inventar, y toda la culpa de tu fracaso (porque casi siempre fracasáis) está fuera de ti. Nadie te ha querido a pesar de todas tus virtudes y esfuerzos, nadie ha valorado tus talentos… Pero incluso si todo esto fuese cierto y verdad, y por supuesto no fueses quienes eres, te habría servido para aprender, mejorar, y darte cuenta que todo lo que nos sucede, por duro y doloroso que sea, podemos utilizarlo para nuestro bien como ayuda y aprendizaje y por tanto no considerar ni de lejos que lo vivido me da derecho a vengarme por mucho que quiera disfrazarlo de protección hacia mí mismo o hacia otras personas.
Desaparece del mundo por favor…